Solo
el PP vota no a la iniciativa de IU, que exige al Gobierno Central y al de la
Junta de Andalucía la paralización cautelar de las obras.
El
Grupo Municipal de Izquierda Unida defendió
en el Pleno Ordinario
celebrado recientemente en el Ayuntamiento de Conil una iniciativa para que el Consistorio conileño se posicionara en contra del proyecto
gasístico
que Gas Natural está llevando a
cabo en Doñana. Solo
el Partido Popular se opuso a esta iniciativa que forma parte de la ofensiva
institucional que Izquierda Unida ha puesto en marcha para que el proyecto de
Gas Natural se encuentre con el rechazo de los ayuntamientos y diputaciones
provinciales de Andalucía, a las que se suman más iniciativas de Izquierda
Unida que se han presentado en el Congreso de los Diputados, en el Parlamento
Andaluz y en el Parlamento Europeo.
Izquierda
Unida defiende con esta moción que el Pleno del Ayuntamiento de Conil reclame
al Gobierno en funciones de Rajoy y a la Junta de Andalucía que procedan a
paralizar cautelarmente las obras de perforación que Gas Natural ya está
realizando en el entorno de Doñana. “Gas Natural ha cuarteado su proyecto, lo
que le ha permitido obtener Autorizaciones de Impacto Ambiental que no recogen
las gravísimas consecuencias medioambientales y los numerosos riesgos de todo
tipo que acarrea el plan de esta multinacional en su conjunto”, expone el
portavoz municipal de IU en el Ayuntamiento de Conil, Antonio Alba.
Ante ello,
Izquierda Unida exige la paralización inmediata de las obras y que tanto el
Gobierno central en funciones y el de la Junta de Andalucía retiren las
autorizaciones que le concedieron a Gas Natural para convertir el subsuelo de
Doñana en una inmensa bombona de gas con capacidad para almacenar hasta 860
millones de metros cúbicos (10.000 GWH).
El
Parque Nacional de Doñana tiene todas las figuras de protección que existen,
sin embargo eso no ha servido para impedir que Gas Natural pretenda convertir
su subsuelo en un gran almacén gasístico, cuyos efectos sísmicos, al igual que
ocurrió en proyecto Castor que finalmente fue paralizado, ni siquiera se
han previsto, ya que la multinacional no ha presentado ningún estudio geológico
como le obliga la legislación vigente.
A los
problemas de seguridad para la población se añade el riesgo cierto de
contaminación del acuífero 27 que alimenta a Doñana, pero que también se usa
para regar los frutos rojos de Huelva, así como para consumo humano, a los que
pone en riesgo. A todo ello se añade el perjuicio directo a la imagen
turística ligada a la excelencia y a un entorno medioambiental como el de esta
reserva de la Biosfera y patrimonio de la humanidad.
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